número 17 | noviembre 2018
Críticas
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Los amigos. Un biodrama afro de Vivi Tellas

Federico Aguilar (UNA/UNSAM) Denise Cobello (IIT UNA-Sorbonne Nouvelle)

 

Sow y Fallou llegaron de Senegal hace algunos años buscando nuevos horizontes. Se conocieron en Caballito y se hicieron amigos. Los amigos es una historia de migración, pero también de intercambio, novedad y libertad. La oportunidad de ser otro.

¿Dónde están las influencias afro en Buenos Aires? ¡Las preguntas no se terminan nunca! ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Cuál es mi lugar?

Moverse, transformarse, migrar, aparecer, revelarse, y estar en escena. ¡El teatro como transformación! Como dice Sow, "toda persona tiene derecho al movimiento”.

Intérpretes: Mbagny Sow y Fallou Cisse

Flyer: Horacio Gallo

Fotos: Nico Goldberg

Diseño de luces y operador: Charlie Guida

Equipo de investigación: Sol Sañudo, Ariel Nahón, Renata Moreno, Joaquín Allaria Mena

Asistente técnico: Joaquín Allaria Mena

Documentalista y archivo audiovisual: Ariel Nahón

Asistente de dirección: Renata Moreno

Producción: Sol Sañudo

Dirección: Vivi Tellas

 

La noción de biodrama, fue originada por Vivi Tellas a través de un proyecto para el Teatro Sarmiento bajo su curaduría que tenía por objetivo la creación de obras a partir de una historia de vida real. La propuesta original consistió en convocar a importantes directores y directoras teatrales con la consigna de realizar creaciones sobre la vida de una persona transformando su biografía en material dramático. En paralelo a este proyecto, Tellas montó sus propios biodrama a los que denominó Archivos Tellas. Una de las particularidades de estos biodrama fue el trabajo con “no actores”, es decir, personas no profesionales del teatro convocadas para presentar en escena sus historias de vida, sus rituales de todos los días y los archivos que conforman su intimidad. Transformado en performer, el sujeto se encarga de la producción activa de un saber a partir de sus memorias y relatos de vida considerados desde la obra como saberes culturales, históricos y políticos, personales y al mismo tiempo colectivo.

“Los Amigos” se ubica con coherencia dentro de esta misma tradición. Se manifiesta el sello firme de una estética. En este caso, con la particularidad de que sus protagonistas pertenecen a una cultura que nos es ajena, podríamos decir hasta exótica. Son los migrantes africanos los retratados en la figura Mbagny y Fallou, ambos Senegaleses. Hay un “otro” puesto en escena y su vida se vuelve biodrámatica. La obra presenta desde lo sensible a ese “otro” que es tratado en los medios superficialmente o que es sólo una piel llamativa cuando lo cruzamos en la calle. Pone al descubierto lo íntimo, lo personal junto con lo político y lo histórico de estos migrantes. Este procedimiento se muestra en otras obras de la autora donde la historia personal participa de la historia general. Los acontecimientos personales se entrelazan con los acontecimientos históricos.

Antes de entrar a la sala, desde el jardín de el espacio Zelaya, se puede observar por la ventana de la cocina a dos jóvenes, los protagonistas de este biodrama. Hablan entre ellos en una lengua que no es el castellano, mientras preparan un té. Una vez dentro, los jóvenes ingresan al espacio escénico, se sientan frente al público y comienzan una conversación entre ellos. La discusión gira en torno a posiciones ideológicas frente al proceso de colonización sufrido por África, a la vez esto es también una discusión entre amigos. La lengua pasó a ser ahora un castellano con dificultades a menudo entremezclado con francés. Lo pequeño de la sala y la cercanía con los intérpretes genera la sensación de estar casi sentados con ellos. Se comprueba esto en los comentarios y murmullos que la gente emite ya desde un principio, se nota un deseo de participar en aquella charla. La cuarta pared cae con el comienzo de la obra.

Lo audiovisual sirve como documento que contextualiza los ajenos testimonios que relatan sus protagonistas. Vemos imágenes que se corresponden con las familias que quedaron atrás en la inmigración, relatos tiernos pero llenos de melancolía. A la vez, se hace presente lo social, lo histórico y lo político ya en estas tierras. Se refleja en la compra de las mochilas para la obra que hacen los protagonistas. En este video se observa la persecución que viven diariamente los migrantes africanos. “Los amigos” de Vivi Tellas, presentan elementos que demuestra la segregación a la que están sometidos Mbagny Sow y Fallou Cisse por haber nacido en Senegal, por tener determinadas características físicas y seguir las costumbres de su país.

Vivi Tellas capta la teatralidad de un hecho real. Siguiendo las reflexiones de Josette Féral, entendemos la teatralidad como esa mirada que postula y crea un espacio otro, dejando lugar a la alteridad de los sujetos y a la emergencia de la ficción. Un elemento que enriquece esta característica es que los intérpretes no sólo actúan de sí mismos sino que también, en algunos momentos, actúan del otro, de su amigo. Uno de ellos hace los rezos según las indicaciones del otro que los realiza a diario. La identidad es algo que se aprende con acciones, con teatralidad. El “aprendiz” se equivoca, ambos se ríen, la identidad es algo que implica ensayo y persistencia.

Vivi Tellas da en la clave con su elección. Extrae de la vida, personas que atraen nuestra atención tanto adentro como afuera de la escena. Usa a favor la extrañeza de estas personas-personajes para sumergirnos en un mundo que comúnmente nos es invisible. La obra en definitiva pone en escena la profundidad y riqueza de esas personas que muchas veces se nos escapan en una imagen congelada detrás de un paño de anteojos para vender o un maletín con joyería barata. El teatro, una vez más, cobra un importante tenor político, pero por sobre todo, profundamente humano.